Ederbidea. Guipúzcoa, Navarra y Pirineos Atlánticos en bicicleta.
Ederbidea es una hermosa ruta ciclista a través de Guipúzcoa, Navarra y los Pirineos Atlánticos en bicicleta. Es conocida por unos paisajes impresionantes, la cultura y su deliciosa gastronomía.
Este recorrido en bicicleta comienza en la encantadora ciudad de San Sebastián y durante su itinerario encontrarás pintorescos pueblos costeros, majestuosos acantilados, playas de arena dorada y exuberantes colinas verdes. Tendrás la libertad de explorar estos lugares a tu propio ritmo, deteniéndote en los lugares que más te interesen y disfrutando de las vistas panorámicas.
En resumen, Ederbidea ofrece conocer la historia y cultura del norte recorriendo Guipúzcoa, Navarra y el suroeste de los Pirineos Atlánticos en bicicleta.
Datos de interés.
Ederbidea no es una ruta propiamente circular ya que para realizar la etapa atlántica, hay que desviarse al llegar a Irún hasta su fin en Bayona.
Pero realizar las etapas de nuestro país, sí puede enlazarse a través de vías verdes y un bonito tramo de Euroveló 1.
En esta ocasión, empezamos en Donostia realizando la Vía Verde del Plazaola, para continuar por la Euroveló 1 desde Latasa a Doneztebe, y finalizar la ruta a través de la Vía Verde del Bidasoa hasta Donostia.
En cuanto a los servicios disponibles, cabe resaltar que cruza varias poblaciones que disponen de hostelería, restauración y pequeños comercios, pero aún así, aconsejamos llevar agua abundante en épocas de calor y algún tentempié al tratarse de poblaciones pequeñas.
En referencia a los firmes, para cada etapa es diferente. Durante la primera, tendríamos un 50% de asfalto compartido con vehículos y carriles segregados, y el 50% restante por pistas, generalmente en buen estado.
Durante la segunda etapa, Euroveló 1, asfalto 100% en buen estado, a través de carreteras secundarias.
Y para terminar, la tercera etapa es asfalto en buen estado en el 90%, con algún tramo compartido con otros vehículos.
El proyecto Ederbidea.
Ederbidea es un proyecto de cooperación europea que reúne a 12 socios transfronterizos entre Navarra, Gipuzkoa y el Departamento de Pirineos Atlánticos. Estos unen sus fuerzas para dar un impulso concreto a la práctica de la bicicleta.
Los socios de EDERBIDEA son el Departamento de Pirineos Atlánticos, el Gobierno de Navarra, la Diputación Foral de Gipuzkoa, los ayuntamientos de Imotz, Biarritz, San Juan de Luz, Hendaya, Irún, el Sindicato de movilidad de la Comunidad de Aglomeración Pays Basque, la Agrupación turística Baztan Bidasoa, la Asociación Cederna Garalur y el Consorcio Turístico del Plazaola.
A través de este partenariado, una política conjunta contribuye al desarrollo de la práctica de la bicicleta en todas sus dimensiones: tanto desplazamientos turísticos y de ocio, como desplazamientos cotidianos. El reto consiste en reducir las emisiones de gas a efecto invernadero, en descongestionar el tráfico vial y en la mejora de la salud de la población.
EDERBIDEA es un proyecto INTERREG POCTEFA que obtiene participación de la Unión Europea y está cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional FEDER
Fuente: https://www.transfermuga.eu
La ruta.
Donostia – Irurzun. 72 kilómetros.
Salimos desde Donostia después de pasar un par de días visitándola como ya os contamos en la entrada “Qué ver en Donostia”.
Seguimos hasta Andoain, lugar en dónde se inicia realmente la Vía Verde del Plazaola. A pesar de que la salida de Donostia es un poco estresante, una vez salimos del centro de la ciudad, la ruta transcurre por un tranquilo carril bici.
A partir de kilómetro 0 empieza una preciosa vía verde a través de frondosos bosques y leve subida.
Llegaremos a Leitza, pequeña localidad conocida por haberse rodado Ocho apellidos vascos y que es una buena opción para parar a comer algo o incluso hacer noche.
Seguidamente, encontramos el túnel de Uitzi, el más largo de las vías verdes de Europa que con sus 2.700 metros de longitud es toda una experiencia atravesarlo, y notar la bajada de temperatura dentro del túnel, os recomendamos llevar luces por si falla la iluminación del túnel.
La siguiente población es Lekunberri, donde encontremos un antiguo vagón de tren y el centro de interpretación de la vía verde. También hay una pequeña tienda y un bar.
Y desde allí, vamos directos a Latasa, donde empieza la Euroveló 1 aunque nosotros seguimos hasta Irurzun para hacer noche.
En realidad la Vía Verde del Plazaola termina en Sarasa, a unos 8 kilómetros de Irurzun y unos 12 de Pamplona. En nuestro caso, decidimos no bajar más ya que al día siguiente teníamos que remontar hasta Latasa para iniciar la siguiente etapa.
Irurzun – Bera de Bidasoa. 71 kilómetros.
Remontamos hasta Latasa a primera hora de la mañana y lo hacemos por la carretera ya que el último tramo de vía verde – Euroveló 1 hasta Irurzun estaba en muy mal estado.
En cuanto llegamos al inicio, una carretera secundaria nos acompaña hasta Donamaria a través de pequeños pueblos y un pequeño puerto de montaña, fácil y solitario. El premio es la eterna bajada hasta llegar a Donamaria, con unas vistas impresionantes entre bosques y acantilados.
Llegados a Donamaria, la carretera llanea hasta Doneztebe, dónde ya encontramos las primeras indicaciones de Vía Verde del Bidasoa, hasta llegar a Bera de Bidasoa.
El pavimento es casi en su totalidad asfaltado y en una leve bajada, por lo que realizar la mitad de etapa que nos queda, será muy fácil y amena.
Bera de Bidasoa – Donostia. 44 kilómetros.
La vía verde continúa desde Bera de Bidasoa hasta llegar a la desembocadura del rio Bidasoa, en Hondarribia.
En esta ocasión y dado que nuestro destino final era Donostia, cuando llegamos a Irún seguimos por una carretera secundaria con unos repechos importantes, para luego descender hasta Oiartzun, Rentería, Pasaia y finalmente llegar a Donostia.
Un paseo precioso a través de bosques, carreteras muy poco transitadas y rodeado de ovejas colchoneras y sidrerías.
Desde Pasaia, cabe destacar que la llegada a Donostia se realiza a través de un carril bici muy bien delimitado.
Alojamientos.
Donostia.
Como gran ciudad que es, dispone de mucha oferta hotelera de todos los tipos y para todos los bolsillos. Lo único que hay que tener en cuenta, es la zona en la que se escoge ya que aunque pueda parecernos muy práctico estar en el centro, hay bastante bullicio y a menudo, no disponen de un lugar para guardar las bicicletas.
Por ello, os aconsejamos escoger un hotel en los alrededores, para nosotros es la mejor opción.
Irurzun.
En esta ocasión no había nada para escoger por lo que nos alojamos en el Hotel Plazaola. Resultó ser un hotel bikefriendly, con amplio espacio en el garaje para las bicicletas, taquillas e incluso herramientas para mecánica rápida.
También disponen de un pequeño catálogo de piezas de repuesto, que se pueden solicitar en recepción.
Funcional, al lado de la vía verde, y con servicio de restauración.
Bera de Bidasoa.
En Bera de Bidasoa, tenemos varias opciones. Nosotros escogimos un hostal-restaurante en el centro, con un pequeño cuarto para guardar las bicicletas. Sencillo pero funcional.
Para desayunar, fuimos a una panadería cafetería justo en la esquina del hostal.
Visitas turísticas.
Que ver en Donostia.
Donostia dispone de una extensa oferta turística para todos los gustos. Os recomendamos leer “Qué ver en Donostia”, dónde detallamos nuestros imprescindibles.
Que ver en Leitza.
Esta pequeña población navarra se hizo famosa por el rodaje de Ocho apellidos vascos, como ya os hemos comentado.
Pasear por su casco antiguo, el ayuntamiento y el frontón, visitar el museo de Iñaki Perurena, admirar sus casas con la arquitectura típica del norte, subir hasta su iglesia de San Miguel y disfrutar de las vistas al municipio son algunas de las actividades que podemos realizar en Leitza.
Que ver en Bera de Bidasoa.
Tratándose de un pequeño municipio el casco antiguo será la prioridad. En él podemos observar sus casonas nobles, el ayuntamiento con las antiguas pinturas murales. La iglesia de San Estaban.
Y sobre todo, no podemos perdernos el Caserío Itzea (construido en s. XVII) y propiedad de la familia Baroja. En 1912 fue adquirido por Pío Baroja, aunque no se puede visitar, si se puede admirar todo su esplendor.