La Sierra de Guara y el Somontano en bicicleta.
El Somontano es una región situada en la provincia de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón, y es conocida principalmente por sus vinos de alta calidad, que han ganado reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional.
La zona del Somontano tiene una larga tradición vitivinícola que se remonta a la época romana, aunque su auge moderno comenzó en la década de los 80 con la creación de la Denominación de Origen Somontano en 1984. Esta denominación abarca una variedad de suelos y microclimas que proporcionan condiciones óptimas para el cultivo de una amplia gama de variedades de uva.
Además de su industria vinícola, el Somontano cuenta con un patrimonio cultural y natural notable. La región alberga pueblos pintorescos, castillos medievales, iglesias románicas y paisajes impresionantes que son ideales para actividades al aire libre como el senderismo y el ciclismo.
Por otra parte, y dentro de la comarca del Somontano, la Sierra de Guara es muy valorada por su impresionante belleza natural, sus espectaculares paisajes de montaña y sus formaciones rocosas únicas.
Esta sierra es famosa por sus cañones y barrancos, que son uno de los principales atractivos para los amantes del senderismo, la escalada y el barranquismo. Entre los cañones más destacados se encuentran el Mascún, el Formiga o el cañón del río Vero.
Además de sus actividades al aire libre, la Sierra de Guara también tiene un importante patrimonio cultural, con pueblos pintorescos y ruinas históricas que reflejan su larga historia. Algunos de estos pueblos, como Alquézar, son destinos turísticos populares por su arquitectura medieval y sus encantadoras calles empedradas.
En resumen, es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y la aventura, que ofrece una combinación única de paisajes espectaculares, actividades al aire libre y patrimonio cultural.
Datos útiles.
A diferencia de otras rutas en las que llevamos el material de bikepacking, esta vez hemos decidido pernoctar unos días en el mismo lugar para visitar más a fondo la zona y empaparnos en profundidad del patrimonio histórico, cultural, vinícola, gastronómico y poder de paso, conocer la zona a golpe de pedal. Hay infinitas rutas en bici, así que en función de la opción elegida nos servirá cualquier tipo de bicicleta. Carreteras solitarias, caminos de grava, trialeras espectaculares y un sinfín de posibilidades harán nuestras delicias ciclistas.
Un poco de historia.
Durante la época romana, esta región fue parte de la Hispania romana, y se han descubierto varios vestigios de la presencia romana en forma de villas, necrópolis y otros restos arqueológicos. Tras la caída del Imperio Romano, la región experimentó una serie de cambios y fluctuaciones de dominio.
Con la llegada de los árabes en el siglo VIII, el Somontano fue parte de Al-Ándalus durante varios siglos. Durante este período, la región experimentó un desarrollo agrícola significativo, con la introducción de nuevas técnicas de cultivo y sistemas de riego.La Reconquista cristiana llegó a la región en el siglo XI, cuando los reinos cristianos del norte de la península ibérica comenzaron a avanzar hacia el sur, recuperando tierras que habían estado bajo dominio musulmán. El Somontano fue gradualmente incorporado al Reino de Aragón.
Durante la Edad Media y la Edad Moderna, el Somontano experimentó un período de relativa prosperidad, con un crecimiento de la población y el desarrollo de la agricultura y la ganadería. Sin embargo, también enfrentó desafíos, como conflictos territoriales y epidemias.
En tiempos más recientes, el Somontano ha experimentado un renacimiento económico, especialmente a través de su industria vitivinícola. La Denominación de Origen Somontano, establecida en 1984, ha contribuido al reconocimiento y la promoción de los vinos producidos en la región, lo que ha impulsado el turismo y la economía local.
Hoy en día, el Somontano es conocido por su belleza natural, su rica historia y su oferta enoturística, atrayendo a visitantes de todo el mundo.
Las rutas:
Os proponemos un par de rutas en mountain bike o gravel para empezar. Podéis descargaros los tracks al final de este post.
Circular por el Somontano:
Adahuesca – Alquézar – Ermita de Dulcis – Buera – Abiego – Adahuesca.
Esta ruta circular y bastante rodadora nos acercará a localidades muy bonitas de la zona central del Somontano.
La bicicleta de montaña es ideal, aunque una gravel también es muy buena opción. Al pasar por varias localidades el tema del agua no representará ningún problema pero en época de calor conviene llevar aporte extra de agua.
Salimos desde Adahuesca, y bajamos por un camino en perfecto estado hasta llegar a la carretera y volvemos a remontar pocos metros después hasta llegar a un camping, a los pies de Alquézar. Subimos por la carretera hasta llegar a esta bonita localidad y hacer algo de visita turística para volver a salir por el mismo lugar, aunque esta vez bajamos por el camino junto a la Ermita de San Antón hasta llegar a la carretera que nos llevará en una fácil subida hasta Buera. Si apetece un café o un tentempié hay una pequeña cafetería llamada Nyibeta que hará vuestras delicias.
Desde esta localidad doblamos a mano izquierda para ver un par de ermitas, entre ellas el Santuario de Dulcis y un mirador que vale la pena visitar. Emprendemos el camino de vuelta hasta llegar de nuevo a Buera, y remontar por el camino de Sierra Alta por una pista en perfectas condiciones, donde está la parte más salvaje de la ruta y así llegar hasta la Ermita de la Candelaria donde se pueden disfrutar de unas hermosas vistas de la zona. Tras esto bajamos a Salas Altas y seguimos por buena pista hasta salir a la carretera, la cruzamos y remontamos por una pista de tierra y así en un continuo sube y baja por la zona más salvaje de la ruta llegamos a Abiego.
Desde aquí rodamos por una pista en excelentes condiciones que nos lleva a enlazar por el camino de trajineroso y de aquí a la Cañada Real de San Román que tras un pequeño desvío a mano derecha nos lleva de nuevo a Adahuesca para completar esta magnífica ruta.
El Valle de la Gloria:
Angües- Sieso-Labata-Casbas-Junzano-Angües.
Las cumbres y relieves del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara constituyen el telón de fondo de esta ruta que recorre el denominado valle de la Gloria.
Esta es una ruta muy rodadora y de dificultad moderada que nos permitirá visitar varios pueblos de la parte baja de la Sierra de Guara y que nos acercará a varias ermitas de la zona.
Salimos desde Angües por una pista en perfecto estado que será la tónica habitual del recorrido aunque si es cierto que hay algún pequeño enlace entre pistas en la cual hay mucha vegetación debido a la primavera y al poco paso de ciclistas que nos hace ir con más cuidado, aunque en ningún momento es perdedor ya que está todo perfectamente señalizado y balizado con la dirección a seguir.
Tras pasar por la Ermita de Bascués, llegamos a la localidad de Sieso de Huesca en donde volvemos hacía atrás en dirección a la espectacular ermita de San Miguel de Foces, parada obligada del recorrido. Continuamos por una pista en perfecto estado y así llegamos muy cerca de la localidad de Ibieca en donde podemos elegir desviarnos hacía allí o pasar de largo como hicimos nosotros.
Tras recorrer la parte algo más empinada de la ruta y siempre con las vistas puestas en la Sierra de Guara comenzamos a cerrar el bucle para poco después cruzar la carretera y adentrarnos muy cerca del barranco del Formiga para remontar de nuevo en dirección a Labata en donde llegamos por un estrecho sendero. Pasado el pueblo, pillamos unos 100 metros de carretera y de nuevo volvemos a una pista que nos lleva por la zona más salvaje del recorrido pasando Las Articas, y finalmente a Casbas en donde tras cruzar el pueblo y dirigirnos hacía la Sarda volvemos a hacer otro bucle y nos dirigimos finalmente por carretera hasta Junzano para encarar la parte final de la ruta que nos devolverá a Angües.
Lugares que visitar:
Al ser una comarca tan extensa, salvaje y con una extraordinaria variedad de paisajes, pueblos, bodegas, museos, conjuntos históricos y un amplio abanico de turismo activo es imposible recoger en esta entrada todas las propuestas, visitas y actividades que hemos realizado en nuestras anteriores estancias en esta magnífica zona, aunque os queremos proponer dos que tienen relación con los mejores productos que hay en esta zona, como son el vino y la oliva. Nuestra visita a Bodegas del Vero y al Torno de Buena nos encantó.
Bodegas Viñas del Vero.
Lo reconocemos; nos gusta el buen vino, nos gusta saborearlo sin prisas y prestar mucha atención a lo que estamos bebiendo. Quizás sea una parte más del hedonismo que ambos compartimos y que nos lleva a viajar por puro placer, por conocer lugares, por probar nuevos sabores y también por encontrarnos con el tipo de personas que te enriquecen y que te aportan crecimiento personal cuando las escuchas.
En absoluto tenemos unos grandes conocimientos sobre vino. Por eso esta vez decidimos visitar una de nuestras bodegas de referencia, Viñas del Vero, ya que nos encantan los vinos que producen y de esta manera, poder asistir a una visita y cata guiada por expertos para poder apreciarlos y entenderlos mejor.
Tras las presentaciones, nos dirigimos a la parte trasera del edificio principal donde Diego, nuestro guía, nos explica la historia de la bodega que fue fundada en 1986, nos muestra las 15 variedades de uva que se utilizan para realizar los vinos, en qué lugar del Somontano se cultivan, la particularidad de cada variedad y nos cuenta curiosidades como por ejemplo que colocan rosales en los viñedos que sirven de “alarma natural”, ya que estos son más susceptibles a las plagas y así avisan en caso de enfermedades para corregirlas lo antes posible.
Después de esto, nos acercamos a «la Torre Blecua», una zona que alberga una casa con un marcado aire italiano construido a finales del S. XIX, y que hace unos años Viñas del Vero restauró para construir un encantador espacio en el que elabora su vino de más alta gama.
Tras las explicaciones pertinentes de la complejidad de este vino en la selección, elaboración y posterior selección, y ver las barricas de roble, cada una con su propia particularidad, pasamos al centro de documentación y bibliografía gastronómica Blecua, un lugar que nos impresionó ya que alberga una cuidada biblioteca culinaria con más de 1.200 referencias y que se pueden consultar, previo contacto a través de correo electrónico o postal con Viñas del Vero. Sin duda, un lugar en el que nos pasaríamos horas.
Seguimos con la visita y nos adentramos en el lugar de almacenaje y envejecimiento del vino, en donde nos explican particularidades del corcho, de los envases, del por qué las botellas se guardan tumbadas, a una temperatura estable y muchas más curiosidades que desconocíamos, lo que hace la visita entretenida, didáctica y muy interesante. Tras pasar por una zona de jardín en donde jugamos a adivinar los olores que emiten varias plantas aromáticas pasamos al edificio central de nuevo donde comenzamos la cata.
En esta parte final de la visita, nos explican las tres fases para realizar una cata de vino: la visual, la olfativa y la gustativa, donde en cada una de ellas experimentaremos diferentes sensaciones que van a variar en cada uno de los tres vinos que vamos a probar: El Gewürztraminer, el Pinot Noir y el Viñas del Vero roble selección de varietales, como no… acompañados de un perfecto maridaje.
En la visual, y siempre inclinando la copa hacia abajo sobre un fondo blanco podremos apreciar la tonalidad y el brillo del vino, pudiendo conocer incluso la edad de tan apreciado líquido fijándonos en la punta, los bordes y el centro del vino observado.
En la olfativa, lo primero que haremos es acercarnos la copa a la nariz para captar los aromas, para poco después oxigenar el vino moviendo la copa, y así podremos apreciar y diferenciar un alto número de aromas frutales, vegetales, café, regaliz o incluso el olor a madera de las barricas.
Y en la etapa final, la gustativa, podremos evaluar el gusto del vino en términos de acidez, amargor, dulzor y también la estructura y la textura buscando ese equilibrio armonioso entre los diferentes elementos del sabor.
Como colofón final, nos ofrecieron la posibilidad de probar una copa del vino más emblemático de Viñas del Vero, el de Bodegas Blecua, y os aseguramos que tras la cata, quedamos maravillados con esta joya.
Otra de las experiencias que ofrece Viñas del Vero, que realizamos otro día y que a nosotros particularmente nos encantó, es poder hacer un pequeño trekking autoguiado por los alrededores de la tienda de esta bodega, llamado “Trekking Viñas de Vida”.
Saliendo desde la zona de los viñedos en donde te muestran las 15 variedades de uva y tras subir por unas escaleras accedemos a un sendero que va pasando por una zona de bosque y viñedos con diferentes variedades de uva. Esta parte es muy rica en fauna y flora típica de la comarca, algo que le da un valor añadido a la actividad. Tras este paseo que dura aproximadamente una hora, la experiencia termina con una degustación de dos copas de vino y un maridaje con productos de la zona en “The Wine Garden”, el jardín de la bodega.
En resumen, os podemos decir que tanto la visita, como la cata, así como el trekking Viñas de Vida nos resultó muy interesante, dinámico, entretenido y nos hizo entender lo laborioso que es el cuidado de la tierra, de las vides, así como la selección y la elaboración del vino y sobre todo, por otra parte, queremos agradecer a la parte humana de la bodega su amabilidad y la simpatía con que nos atendieron y dieron luz a todas nuestras dudas.
Torno de Buera.
Otra visita que no nos podíamos perder es ir a la antigua almazara de Buera y saber algo más de los olivos, y su fruto, la oliva.
Estos árboles tienen muchas curiosidades como su sistema de raíces que canalizan el agua, sus 262 variedades de olivos contabilizadas en España, o que ha sido considerado un árbol sagrado y místico por muchas civilizaciones.
Nosotros, tras contactar por teléfono con la persona responsable de realizar las visitas, nos acercamos a esta pequeña localidad del Somontano y allí nos explicaron a través de unos paneles informativos la historia del aceite, desde los griegos, romanos o fenicios que iniciaron el cultivo de los olivos, seguidamente pasamos a visitar el antiguo torno y ver como tras la recolección, limpieza y posterior recepción en la almazara, se tritura el fruto para extraer el aceite, lo dejan decantar para sacarle el agua, le filtraban las impurezas y así tras un elaborado proceso, envasarlo para el consumo humano.
Tras esta visita, puedes hacer una pequeña degustación de dos aceites, y así diferenciar sabores y acideces. Sin duda, el Somontano ofrece mil y una actividades para disfrutar del turismo activo, pero también de un patrimonio artístico, cultural, vinícola, gastronómico y humano incomparable.
Rutas descargables en Wikiloc.