Bodegas Viñas del Vero.

Bodegas Viñas del Vero.

Lo reconocemos; nos gusta el buen vino, nos gusta saborearlo sin prisas y prestar mucha atención a lo que estamos bebiendo. Quizás sea una parte más del hedonismo que ambos compartimos y que nos lleva a viajar por puro placer, por conocer lugares, por probar nuevos sabores y también por encontrarnos con el tipo de personas que te enriquecen y que te aportan crecimiento personal cuando las escuchas.

En absoluto tenemos unos grandes conocimientos sobre vino. Por eso esta vez decidimos visitar dentro de nuestra ruta particular por el Somontano en bicicleta, una de nuestras bodegas de referencia, Bodegas Viñas del Vero, ya que nos encantan los vinos que producen y de esta manera, poder asistir a una visita y cata guiada por expertos para poder apreciarlos y entenderlos mejor.

Tras las presentaciones, nos dirigimos a la parte trasera del edificio principal donde Diego, nuestro guía, nos explica la historia de la bodega que fue fundada en 1986, nos muestra las 15 variedades de uva que se utilizan para realizar los vinos, en qué lugar del Somontano se cultivan, la particularidad de cada variedad y nos cuenta curiosidades como por ejemplo que colocan rosales en los viñedos que sirven de “alarma natural”, ya que estos son más susceptibles a las plagas y así avisan en caso de enfermedades para corregirlas lo antes posible.
Después de esto, nos acercamos a “la Torre Blecua”, una zona que alberga una casa con un marcado aire italiano construido a finales del S. XIX, y que hace unos años Viñas del Vero restauró para construir un encantador espacio en el que elabora su vino de más alta gama.

La Sierra de Guara y el Somontano en bicicleta.
En este extraordinario edificio se realiza la crianza en barrica de roble del Vino Blecua. La joya de este viñedo.

Tras las explicaciones pertinentes de la complejidad de este vino en la selección, elaboración y posterior selección, y ver las barricas de roble, cada una con su propia particularidad, pasamos al centro de documentación y bibliografía gastronómica Blecua, un lugar que nos impresionó ya que alberga una cuidada biblioteca culinaria con más de 1.200 referencias y que se pueden consultar, previo contacto a través de correo electrónico o postal con Viñas del Vero. Sin duda, un lugar en el que nos pasaríamos horas.

La Sierra de Guara y el Somontano en bicicleta.
La librería de Bodegas Blecua. Más de 1.200 referencias gastronómicas.

Seguimos con la visita y nos adentramos en el lugar de almacenaje y envejecimiento del vino, en donde nos explican particularidades del corcho, de los envases, del por qué las botellas se guardan tumbadas, a una temperatura estable y muchas más curiosidades que desconocíamos, lo que hace la visita entretenida, didáctica y muy interesante. Tras pasar por una zona de jardín en donde jugamos a adivinar los olores que emiten varias plantas aromáticas pasamos al edificio central de nuevo donde comenzamos la cata.

En esta parte final de la visita, nos explican las tres fases para realizar una cata de vino: la visual, la olfativa y la gustativa, donde en cada una de ellas experimentaremos diferentes sensaciones que van a variar en cada uno de los tres vinos que vamos a probar: El Gewürztraminer, el Pinot Noir y el Viñas del Vero roble selección de varietales, como no… acompañados de un perfecto maridaje.

La cata. Uno de los momentos más emocionantes e interesantes de la visita.

En la visual, y siempre inclinando la copa hacia abajo sobre un fondo blanco podremos apreciar la tonalidad y el brillo del vino, pudiendo conocer incluso la edad de tan apreciado líquido fijándonos en la punta, los bordes y el centro del vino observado.
En la olfativa, lo primero que haremos es acercarnos la copa a la nariz para captar los aromas, para poco después oxigenar el vino moviendo la copa, y así podremos apreciar y diferenciar un  alto número de aromas frutales, vegetales, café, regaliz o incluso el olor a madera de las barricas.
Y en la etapa final, la gustativa, podremos evaluar el gusto del vino en términos de acidez, amargor, dulzor y también la estructura y la textura buscando ese equilibrio armonioso entre los diferentes elementos del sabor.
Como colofón final, nos ofrecieron la posibilidad de probar una copa del vino más emblemático de Viñas del Vero, el de Bodegas Blecua, y os aseguramos que tras la cata, quedamos maravillados con esta joya.

La Sierra de Guara y el Somontano en bicicleta.Viñas del Vero.
Todo un mundo en donde elegir.
Viñas del Vero
Fin de la visita. Nos toca hacer deberes en casa.

Otra de las experiencias que ofrece Viñas del Vero, que realizamos otro día y que a nosotros particularmente nos encantó, es poder hacer un pequeño trekking autoguiado por los alrededores de la tienda de esta bodega, llamado “Trekking Viñas de Vida”.

Saliendo desde la zona de los viñedos en donde te muestran las 15 variedades de uva y tras subir por unas escaleras accedemos a un sendero que va pasando por una zona de bosque y viñedos con diferentes variedades de uva. Esta parte es muy rica en fauna y  flora típica de la comarca, algo que le da un valor añadido a la actividad. Tras este paseo que dura aproximadamente una hora, la experiencia termina con una degustación de dos copas de vino y un maridaje con productos de la zona en “The Wine Garden”, el jardín de la bodega.

La Sierra de Guara y el Somontano en bicicleta.Viñas del Vero.
Trekking Viñas de Vida. Poder pasear entre bosques y viñedos mientras escuchas los cantos de los pájaros es una bonita experiencia.

En resumen, os podemos decir que tanto la visita, como la cata, así como el trekking Viñas de Vida nos resultó muy interesante, dinámico, entretenido y nos hizo entender lo laborioso que es el cuidado de la tierra, de las vides, así como la selección y la elaboración del vino y sobre todo, por otra parte, queremos agradecer a la parte humana de la bodega su amabilidad y la simpatía con que nos atendieron y dieron luz a todas nuestras dudas.

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